Aventuras de corte épico, de la mano de un anabolizado y aceitoso
Schwarzenegger con retraso mental, que se instalan en lo ridículo al
oscilar entre lo infantiloide y lo violento. No obstante, el ambiente de
carcajada perenne (no intencionada) transforma a esta segunda parte de
las aventuras del cortito Conan en una maravilla; Eso y Grace Jones
chillando a lo Xena, claro.
5 de 5
No hay comentarios:
Publicar un comentario