Extraño éxito de finales de los noventa, tras la gran cabeza pensante de Alan Ball, con una iconográfica puesta en escena que permanecerá hasta el fin de los tiempos en la memoria del populacho (esas rosas). ¿El pero? que Kirsten Dunst no aceptara el papel de Angela; pero ésto no es más que una obsesión personal que poco importa...
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"A veces hay tanta belleza en el mundo que no lo aguanto y siento que mi corazón se está derrumbando"
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