'Las chicas del cable - Temporada 3', Teresa Fernández-Valdés (2018).

Culebrón ligero con ínfulas de reivindicación feminista.

5 de 10

"Los cementerios están llenos de incautos que sabían lo que se hacían"

'Pieles', Eduardo Casanova (2017).

Grotesca y bizarra ópera prima de estética llamativa e intensidad impostada.

2 de 10

"En el mundo hay personas a las que es mejor no ver"

'Las chicas del cable - Temporada 2', Ramón Campos, Teresa Fernández-Valdés, Gema R. Neira (2017).

Regreso que se zambulle -y termina ahogándose- en el universo de los culebrones de alta costura.

3 de 10

"De repente te das cuenta de que las cosas que pensabas en el pueblo se han quedado antiguas"

'Las chicas del cable - Temporada 1', Ramón Campos, Teresa Fernández-Valdés, Carlos Sedes, David Pinillos (2017).

Previsible pero entretenido culebrón de época (la trama de Lidia), mucho más interesante cuando deriva hacia otros derroteros para hablar sobre el papel de la mujer a principios del siglo pasado (lo relacionado con el resto de protagonistas pero, sobretodo, con Carlota).

6 de 10

"No te fíes de las sufragistas católicas, son menos sufragistas que católicas"

'Amar es para siempre - Temporada 4', Eduardo Casanova (2016).

Regreso a los inicios más humanos de la serie tan mal gestionado que no consigue activar la fibra sensible del espectador, a pesar de tener la linea argumental central más trágica de toda su historia.

3 de 10

"La calumnia, acertada o no, es como el aceite, siempre deja mancha"

'Mi gran noche', Álex de la Iglesia (2015).

Comedia coral de historias entrelazadas que no consiguen hacer gracia ni siquiera por separado.

1 de 10

"Aquí es todo tan absurdo que al final acabamos haciendo lo que nos da la gana"

'Mentiras y gordas', Alfonso Albacete, David Menkes.

Intento de transgresión que, a pesar de tanto culo, tetas y rayitas, se queda en un romance coral con esencia de serie adolescente donde, aparte de la historia homosexual (masculina) y de los toques de humor de la de la gorda, las restantes constituyen un relleno bastante incómodo. No obstante, la aportación de un pletórico Mario Casas como mesías de la rave (inolvidable escena de arte pop), sirve de redención a toda falta de riesgo (más allá de la premisa culo-tetas-rayitas) de la película. Albacete y Menkes, si os atrevéis con esto no os quedéis a medias, por favor.

"Estoy tan gorda que no siento nada cuando me penetras"

4 de 5