Moviéndose por el pantanoso terreno en el que la tristeza y la felicidad se unen, Carlos Giménez presenta este conjunto de viñetas que, a pesar de ser mostradas a través de un desarrollo inconsistente y plagado de constantes e incómodas repeticiones explicativas argumentales, consigue postularse como una de las más bonitas, inolvidables y necesarias miradas sobre la posguerra española. Todo ello gracias a la solvencia de su autor en la utilización de continuas dicotomías (tristeza-felicidad, bonito-feo, ingenuidad-maldad); dicotomías no sólo utilizadas en las historias, sino también en el maravilloso dibujo en los que se apoya éstas.
5 de 5
No hay comentarios:
Publicar un comentario