Los juegos con el guión son forzados y nada creíbles, pero Joshua Jackson como chico de pueblo está perfecto (seguro que su personaje en Dawson crece le fue de gran ayuda) y la película, a pesar de todo, entretiene bastante.
Thriller entretenido, original y tramposo; con el equilibrio perfecto entre pornografía (un reparto de niños guapos) y complejidad (la reflexión sobre la psicología de grupos en la que se cimenta).
Comedia generacional que lo es más por su envoltorio (las faldas de colegialas, el look posgrunge, una banda sonora perfecta, un reparto mítico) que por lo que cuenta (muchas pequeñas historias con las que es difícil conectar hasta su tramo final).